martes, 30 de septiembre de 2008

El colador de Bush

El colador de Bush
JC. Malone - 9/30/2008

Hasta hace poco el presidente Bush y su secretario del Tesoro, Hank Paulson, decían que la economía estaba “fundamentalmente sólida”. Ahora dicen que si no le damos “urgentemente” una piñata de US$700,000 millones para distribuirlos a discreción, con inmunidad absoluta, mañana será el Apocalipsis.

Sufrieron un cambio radical. Cuando decían que todo estaba “fundamentalmente bien”, “reprendían” las influencias “diabólicas” del Estado en la economía; ahora reclaman exactamente eso. Ayer mintieron, o hablaron por ignorancia. Darles esa suma, incondicionalmente, a quienes fallaron en prevenir o advertir esto, es una mala idea.

Aquí sólo hay miedo y “urgencia”. El plan tiene más agujeros que un queso suizo; es como un colador, o red de pescador. Si los US$700,000 millones cubrirán los “malos activos” de Wall Street, ¿Cuánto valen sus “buenos activos”? Nadie habla de eso.

Si las palabras y conversiones resultan sospechosas, los números no cuadran. Dicen que los US$700,000 millones cubrirán las “urgencias” financieras de dos años. En los últimos seis meses gastaron US$315,000 millones entre Bear Stearn, Fannie Mae, Freddie Mac y AIG. A ese ritmo, estos US$700,000 millones “sólo” cubrirán 12, no 24 meses.

A esta gente sólo le queda cuatro meses de gobierno y Paulson admitió ante el Senado que no utilizará todo el dinero en ese cuatrimestre. El Congreso les dará la mitad de lo que piden, sujeto a fiscalización y supervisión estricta. Bush habló para explicarnos cómo las pesadillas se convertirán en realidad, si no lo complacemos, pero pocos se asustaron.

Quizá dijo toda la verdad y nada más que la verdad, pero andamos como en el cuento del lobo. Tantas falsas alarmas consumimos que vendrá el lobo y nos comerá a todos. Moriremos de miedo o comidos por el lobo, no aceptaremos dos muertes, nadie sobrevivirá esta vida.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Bush siempre gana

Bush siempre gana
JC. Malone - 9/25/2008





NUEVA YORK.- Estamos atrapados otra vez en su viejo juego de miedos y urgencias. Así funciona la cuestión: Bush crea las crisis, luego nos impone vértigo y presión, responsabilizándonos del desastre que sus políticas provocarán si no lo complacemos. Añadiendo su disfunción conductual pasivo-agresiva a un sistema político en extremo disfuncional, Bush fundó una escuela de pensamiento y práctica política con ocho años de éxitos documentados.

Después del 9-11 seríamos exterminados con armas biológicas, químicas y nucleares, si no renunciábamos a nuestras libertades civiles. El Congreso aprobó, de “urgencia”, el “Acta Patriótica”. Cualquier legislador opuesto sería “antipatriótico”.

Luego Bush decidió que Saddam Hussein nos atacaría. La secretaria de Estado Condoleezza Rice mencionó “la nube del hongo (nuclear)”; de “urgencia” el Congreso autorizó invadir. Con soldados empantanados en Irak, Bush demanda US$1,000 millones diarios: negárselos sería abandonar a las tropas en el frente. Ningún congresista haría eso.

Bush eliminó las regulaciones financieras asegurando que todo estaba “fundamentalmente bien”; ahora colapsó. Ya gastó US$315,000 millones y quiere otros US$700,000 millones más, de “urgencia”, para resolver el problema que él creó. Oponiéndonos causaremos la debacle que él “lucha” por evitar.

Su secretario del Tesoro, Hank Paulson, con voz ronca, profunda y pausada, como don Vito Corleone, demanda aprobarle una piñata de US$700,000 millones. “Sin quitarle, ni ponerle nada”, dándole poderes absolutos e inmunidad total para distribuirlos; ninguna corte o agencia administrativa nunca podrá cuestionarlo al respecto. “Sólo” demanda poderes dictatoriales. Oponiéndonos provocaremos el Apocalipsis.

Esta será el “Acta Patriótica Financiera”. Los legisladores terminarán aprobándolo. Ambos candidatos lo “apoyan”, temen recibir un gobierno con Wall Street roto. Bush sacará el colapso financiero de la campaña electoral, porque afecta a la boleta republicana, pero nos costará US$700,000 millones. Claro, esa suma sólo “retrasará” la debacle; evitarla y manejarla será responsabilidad del próximo gobierno.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Redención en Wall Street

Redención en Wall Street
JC Malone - 9/23/2008





NUEVA YORK.- Su familia proveía tiendas de campaña y otros servicios al ejército romano, como Halliburton. Y Saulo privatizó parte de la misión militar, formando escuadrones de la muerte, o “contratistas privados de seguridad” como les llaman hoy, para matar cristianos. Aunque no pagaban tanto, él mataba muchos y le iban muy bien. Pero un día, un rayo lo tumbó del caballo, quedó ciego, y vio a Jesús. Cambió su nombre por Pablo, amó a Cristo, se convirtió en apóstol del cristianismo, se redimió camino a Damasco.

Iniciando su gobierno, sobre los escombros de las Torres Gemelas, Bush asumió su presidencia como un mandato divino. Tras ocho años denunciando y eliminando las regulaciones “diabólicas” del mercado financiero, Bush se redimió en Wall Street como Pablo camino a Damasco. Ahora nacionaliza bancos y reclama regulaciones oficiales.

Su conversión fue tortuosa; empezó odiando a Fidel Castro y Hugo Chávez, terminó imitándolos. El lunes 8 nacionalizó Fannie Mae y Freddie Mac, los gigantes hipotecarios, pagando US$200,000 millones. Proclamó el fin de las nacionalizaciones, ratificándolo el lunes 15 al permitir la quiebra de Lehman Brothers. El martes nacionalizó al gigante asegurador AIG, pagando US$85,000 millones.

Ahora pide US$700,000 millones para una especie de secretaría de “Nacionalización Financiera”. Sumándole los US$285,000 millones de las últimas semanas y los US$30,000 millones de Bear Stern, costará más de un billón de dólares. Ese diezmo demanda Bush, como “sumo sacerdote” del nuevo evangelio nacionalizador y regulador.

Nunca disfrutamos las ganancias del capital financiero, pero todos pagaremos sus pérdidas. Bush combina el capitalismo y el socialismo para resolver la crisis actual. Usar nuestro dinero, incluido el de quienes perdieron sus casas, para compensar a los banqueros expropiadores, privatiza las ganancias y socializa las pérdidas. El nuevo evangelio bushiano redimirá al mundo, pero primero a Wall Street.

Caen torres financieras

Caen torres financieras
J.C. Malone - 9/19/2008




NUEVA YORK.– La semana pasada el gobierno salvó de la quiebra a Fannie Mae y Freddie Mac, dos gigantes hipotecarios. El lunes, dos torres financieras se derrumbaron en Wall Street y el Dow Jones perdió más de 500 puntos, su peor día después del 9- 11. Quizá lo recordemos como 9-15.

Lehman Brothers, el cuarto gigante financiero nacional con 158 años de operaciones, acumuló más de US$613,000 millones en deudas tóxicas; resultó un mal negocio a cualquier precio: colapsó. Aún caía Lehman cuando Merrill Lynch, el tercer gigante, se entregó a Bank of America en una venta “caliente”. Y American International Group (AIG), el gigante asegurador, coquetea con el colapso.

Dick Fuld, el jefe de Lehman, y John Thain, de Merrill, eran considerados los tipos más brillantes de Wall Street. Tenían ingresos anuales multimillonarios, como arquitectos del crecimiento ilimitado: La especulación sin regulación produjo esta debacle. Ken Lewis, el jefe de Bank of America, es un ex canillita elevado a mago financiero, consagrado como el oportunista más exitoso, descarado y cínico de Wall Street. Públicamente “negociaba” para comprar Lehman, pero con esa “negociación” ocultaba que se tragaba a Merrill; es su segunda compra oportunista del año, primero adquirió Country-Wide Financial pagando centavos por dólar.

Vivimos la peor crisis financiera desde la depresión de 1929; ignoramos cuánto durará, cuántos bancos más colapsarán y nadie puede detenerla. Esta gente complicó y abusó tanto del sistema financiero que entenderlo, para arreglarlo, requiere combinar secretos de hechiceros y científicos de la NASA. Viene una crisis crediticia general y con tarjetas de crédito en particular. La industria automotriz se desploma, mientras aumenta el desempleo, y las refinerías petroleras de Texas son golpeadas por el huracán Ike. Para los pesimistas vivimos el peor momento posible; los optimistas sabemos que se pondrá mucho peor, antes de mejorar. jcmalone01@aol.com

Otros bancos quebrarán

Otros bancos quebrarán
JC Malone - 9/17/2008





NUEVA YORK.- Antes de caer Lehman Brothers y de la venta “caliente” de Merill Lynch, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) rindió un informe aterrador. Reveló que las ganancias de la banca comercial cayeron de US$37,000 millones a US$5,000 millones en un cuatrimestre. Y espera que 117 bancos colapsen en un año. Por eso creó un fondo de US$50,000 millones para repagar depósitos que se perderán en las quiebras proyectadas.

Disipando dudas sobre la seriedad de sus pronósticos, la FDIC anunció que aumentará la prima que le cobra a los bancos para asegurar los depósitos. Explicó que casi se descapitaliza pagándole a los ahorrantes de bancos quebrados. Sólo en IndyMac, el californiano colapsado en julio, la FDIC pagó más de US$19,000 millones. Y necesitará más recursos para pagos futuros.

La FDIC sólo asegura depósitos de hasta US$100,000 en la banca comercial. Nadie le puso mucha atención a su anuncio, porque salió el 27 de agosto, cuando estábamos muy ocupados siguiendo la convención demócrata.

Hoy la principal Asociación de Ahorros y Préstamos del país, Washington Mutual (WaMu), tiene un lugar prominente en la lista de bancos en problemas, seguido por Wachovia y otros 115. Cada día se rumoran varios nombres como los próximos bancos a colapsar.

Los pronósticos del FDIC no incluyen los bancos de inversiones ni corredores de valores de Wall Street que se derrumban desde inicios de esta semana.

Todo esto comenzó como una crisis hipotecaria y permeó el sistema financiero completo, expandiéndose al resto de la economía. Esta crisis financiera tiene consecuencias funestas en la industria y el comercio, porque afecta de manera directa la oferta crediticia.

En medio de esta tormenta sólo sabemos que no sabemos cuánto durará, ni cuáles serán las consecuencias que todos pagaremos por la especulación de unos pocos.

Exclusión de la inmigración

Exclusión de la inmigración
J.C. Malone - 9/16/2008





Los hispanos votaremos por Barack Obama y John McCain, aunque excluyeron nuestro tema migratorio del debate electoral y convenciones partidarias. Nadie merece nuestro voto ignorando nuestras preocupaciones.

McCain, entregado en cuerpo y alma a la derecha, reniega su propio proyecto de ley que legalizaría a 12 millones de indocumentados. Está opuesto a sus propias ideas para garantizar votos derechistas. Su nueva propuesta migratoria es sencillísima: redadas, deportaciones y frontera amurallada. Apoyando la amnistía, Obama asegura la mayoría del voto hispano, pero aliena muchísimos votantes blancos de Pennsylvania, Ohio y otros estados bien reñidos. Para él esos votantes son importantísimos. Obama dice que bregará con inmigración “en algún momento antes del final” de su primer gobierno. Cree que estamos obligados a apoyarlo.

Quizá termine sorprendido. McCain no muestra “coraje e independencia”, ni hará nada resolver el tranque migratorio, porque los republicanos necesitan indocumentados aportando mano de obra barata en sus negocios. Nada cambiará porque todos se benefician de la indefinición. Obama no plantea ningún “cambio en el que podamos creer”, ni hará nada por resolver la crisis migratoria, pese a que los indocumentados de hoy son votantes demócratas mañana. El año pasado la inmigración era centro de la discusión nacional. Este año electoral es tema vedado por su alta radioactividad.

Con el silencio cómplice de los candidatos mucha gente muere cruzando la frontera, a otros los asesinan ultraderechistas fundamentalistas anti-inmigrantes. Tenemos cientos de leyes estatales y municipales criminalizando a los indocumentados y a quienes les renten viviendas. Ciertas policías municipales conducen redadas migratorias callejeras. Así gobierna Bush tras ganar las elecciones agarradito de manos con Vicente Fox, prometiendo amnistía; creó una Gestapo migratoria, criminalizó la migración y levantó un gigantesco muro fronterizo. Tomando esa historia reciente en consideración, quizá sea mejor que nadie nunca prometa nada sobre inmigración.

Tránsfugas contra Obama

Tránsfugas contra Obama
J.C. MALONE - 9/12/2008





NUEVA YORK.- Aquí tenemos curas pedófilos, evangelistas homosexuales, drogadictos y desfalcadores. Llegó nuestra última versión de prostitución religiosa: un rabino tránsfuga.

El senador de Connecticut es Joe Lieberman, el rabino candidato vicepresidencial de Gore; en el 2004 no alcanzó la nominación presidencial demócrata. En el 2006 perdió su nominación senatorial y, apoyado por Bill Clinton y el presidente Bush, ganó como “independiente”.

Los republicanos vivieron la transfiguración en su convención, con denuncias propias de oposición. Prometiendo “cambios” desde el gobierno para retener el poder, intentan desaparecer como realidad y renacer como fantasía.

“¿Qué, después de todo, busca un demócrata como yo en una convención republicana como ésta?” se preguntó Lieberman, cuestionando su transfuguismo con severa insinceridad. Vive la crisis de identidad de los tránsfugas perdidos en su laberíntico transfuguismo; públicamente se define “demócrata”, legalmente es “independiente”. “Estoy aquí para apoyar a John McCain, porque el país es más importante que el partido”, se respondió.

Los tránsfugas son patriotas rabiosos. Los vendidos a Leonel Fernández actuaron “por la patria”. Debiéndole su escaño a Clinton y a Bush, autodefinido “demócrata de corazón”, Lieberman no está con Clinton “apoyando” al candidato demócrata. Está con Bush; contra Obama.

Tránsfugas de altísima insignificancia, sin inteligencia ni imaginación, como el asambleísta dominicano Adriano Espaillat, pretenden apoyar a Obama promoviendo a Hillary; él esconde su foto entre las de ellos. Ella no es candidata y “apoya” a Obama: ¿Por qué quitarle protagonismo?

Los Clinton nunca están donde dicen estar y pocas veces están donde ellos mismos creen estar. Intentando estar con Dios y el diablo, Bill inventó la “triangulación”, disfrutando la satisfacción de satisfacerlos a ellos, como los buenos amantes.

Quizá muchos blancos “obamistas” votarán con sus genes, por quien se parece a sus abuelos.

Los tránsfugas trabajan contra Obama y ellos siempre deciden las elecciones.

Batman: Oscuro caballero bushista

Batman: Oscuro caballero bushista
J. C. Malone - 9/6/2008





Desde el 9/11 sospecho que vivimos atrapados en un paquito de Batman. Porque nuestro “enemigo”, como el suyo, es una amenaza tan elusiva como constante. La administración Bush se pasó ocho años haciendo lo que quiso, en nombre de su “guerra contra el terrorismo”. Todos sus desmanes quedan justificados en la última película de Batman, “El oscuro caballero”. Es pura propaganda bushista.

Un chico muy malo huye a Hong Kong, y no existe tratado de extradición. Batman, como “contratista privado de seguridad”, va a Hong Kong, secuestra al chico y lo trae a Ciudad Gótica para que enfrente a la justicia. El tipo, como José K. en “El proceso de Kafka”, y los prisioneros de Guantánamo, nunca ve a un juez. Bush lleva unos ocho años secuestrando supuestos terroristas, y almacenándolos donde se les antoje. “El oscuro caballero” justifica eso que el Pentágono llama “Rendición Extraordinaria”.

El departamento de Policía de Ciudad Gótica arrestó al Guasón; Batman dirige el “interrogatorio”. Golpeó, abusó, maltrató y torturó al prisionero. Bush legalizó torturar a “terroristas”.

El Guasón pide respeto a su derecho de hacer una llamada telefónica, marca un número y detona varias bombas. Bush les niega ese derecho a los “terroristas” prisioneros.

El Guasón escapa de la cárcel y amenaza con nuevos ataques. Para localizarlo intervienen 30 millones de teléfonos celulares en Ciudad Gótica. La administración Bush intervino los teléfonos de más de 30 millones de estadounidenses.

Los paquitos nacieron como instrumentos de manipulación político-ideológica. Ariel Dorfman y Armand Mattelart lo explicaron en los 70 en su clásico “Para leer al Pato Donald”. Luego Umberto Eco, en “Apocalípticos e Integrados”, profundiza esos conceptos. Leí a Batman durante mi niñez, pero su quinta película me cansó. Volveré al cine a verlo, sólo si su próxima producción lleva como título “El Guasón mató a Batman”.

Apostando a la estupidez

Apostando a la estupidez
JC Malone - 9/3/2008





Es normal que los políticos hagan y digan estupideces. El presidente Bush, sin embargo, merece crédito por haber asumido, sublimizado y glamorizado la estupidez. John McCain, el candidato republicano, sigue esa escuela. “No requiere mucho talento que le derriben a uno el avión. Yo fui capaz de interceptar un misil tierra-aire con mi propio avión”, bromeó McCain.

Repite lo que funcionó para Bush, usa los mismos estrategas y las mismas armas. Tras la reelección de Bush en el 2004, un diario londinense se preguntó: “¿Cómo pueden 59 millones de personas ser tan estúpidas?” Sencillo, los afroamericanos se identifican con Obama y los estúpidos, la mayoría en todas las razas, se identifican con quien asuma su estupidez honestamente. Asumiendo su estupidez con gallardía y sentido del humor, Bush logró que muchísimos estúpidos reeligieran a “uno de suyos”. Hipólito Mejía ganó apostando a la estupidez. Abdallah Bucarán, el redentor de los estúpidos, tuvo la mala suerte de ser tan estúpido que lo defenestraron.

Según Facundo Cabral, su abuelo le temía a los pendejos porque son demasiados. Con ellos se ganan las elecciones y una licencia para gobernar estúpidamente. La estupidez asumida convierte en fortaleza lo que debía ser una debilidad, desarmando al oponente y sumando muchísimos votos.

McCain manipula sus 72 años cometiendo muchísimas incoherencias perdonables a cualquier abuelo. El secreto de su poder, como el de Samson, está en la cabellera, sus canas inspiran confianza, nadie desconfía de sus abuelos o bisabuelos.

Eso explica en parte la solidez de su candidatura pese a la fascinación que causa Barack Obama.

Burlándose de su vejez y resabios, McCain aprovecha las técnicas de Bush; pero no ganará sin alejarse de Bush. Al Gore intentó separarse de Bill Clinton usando las técnicas de Clinton, pero el intento fue tan estúpido que perdió.

Obama en cuenta regresiva

JC Malone - 8/29/2008
Finalizada la convención, Barack Obama tiene 68 días para cumplir tres tareas fundamentales. Debe presentarse ante el electorado; fuera del partido no es tan conocido como debe ser un ganador. Debe reasegurar la unidad partidaria y el apoyo decidido de la maquinaria Clinton. Debe explicar con claridad cómo resolverá la crisis económica, y cómo y cuándo sacará a las tropas de Irak. Fallar en cualquiera le costará las elecciones.
La primera noche de la convención estuvo dedicada a explicar quién es el sujeto. El emblemático senador Ted Kennedy lo definió entre muchas otras cosas, como el portador de la antorcha en la nueva generación. Luego su esposa Michelle pintó un retrato muy humano y familiar del candidato.
El martes en la noche Hillary Clinton se ocupó de dos cosas. “Debemos unirnos como un solo partido, con un solo propósito”, dijo reclamando unidad partidaria. Y fustigó la política económica de Bush. Ella se encargó de reafirmar a McCain como la continuación de Bush. Elegir a McCain, alertó, sería un tercer período de Bush. Los Clinton fracasaron en su intento de tener un tercer período; parece que decidieron sabotear el intento de los Bush. Cuando habló aceptando la candidatura, Obama tuvo que atar algunos cabos sueltos, como elogiar la gestión Clinton para reafirmar el apoyo de ese clan. Personalmente él ha sido parco en ese sentido.
Y tendrá que establecer con clara precisión, cómo resolverá la crisis económica, y cómo retirará las tropas de Irak. Afortunadamente para él su consigna: “Sí se puede” encierra las dos cosas que el país busca: cambio y esperanza.
Sólo debe explicar cómo lo hará.
La tarea es tan inmensa como corto el tiempo, y Obama también enfrenta los imponderables de la política y la amenaza latente del racismo. Su cuenta regresiva ya empezó.

El turno de Obama

J.C.Malone - 8/26/2008
Barack Obama, el hijo de una blanca de Kansas y un inmigrante negro de Kenya, recorrió una travesía impresionante para ser candidato presidencial estadounidense. Y puede ser el primer presidente que no se parece a ninguno de los próceres honrados en billetes bancarios. Él vivió varios años de su infancia en Indonesia asistiendo a escuelas musulmanas, comiendo perros, saltamontes y culebras, entre otras exquisiteces que su padrastro le daba.
Su estrella asciende cuando el país está cansado del liderazgo político completo. Los demócratas del Congreso tienen, increíblemente, una tasa de rechazo mayor que el presidente Bush.
Esta nación fue fundada sobre una economía esclavista y hasta hace 44 años los votos de los negros eran casi nulos. Un candidato presidencial negro fascinando al electorado, parece magia. Obama derrotó a la maquinaria partidaria Clinton y aprovechó la muy nueva revolución informática para promover el viejo mensaje de los derechos civiles, políticos y económicos de los años 60.
Su consigna “Sí, se puede” fue levantada por el líder méxico-americano César Chávez en los 60. Él organizó a los trabajadores agrícolas migrantes y declaró un boicot a las plantaciones de uva, logrando humanizar sus condiciones de vida e ingresos. En un estadio ante 70 mil personas, Obama hablará en el 40 aniversario del famoso discurso en el que Martin Luther King dijo “Yo tengo un sueño”. Obama demostrará que Chávez tenía razón, “Sí, se puede”, y que el sueño de Luther King pronto será realidad.
Obama es un orador fascinante, sin duda pronunciará un discurso memorable e inspirador. Con 46 años, sin logros ni experiencia administrativa que mostrar, nos hablará de su hermosa visión del futuro y del mundo maravilloso que construirá.
Con crisis económica y guerras, Obama tendrá que explicarnos con claridad qué cambios introducirá para devolvernos la esperanza perdida.

McCain escoge a Palin

McCain escoge a Palin
J.C. Malone - 9/5/2008





Como todo hombre de 72 años que se respete, John McCain es un viejo terco. Le cogió con llevar a Joe Lieberman, un rabino tránsfuga de Connecticut como candidato vicepresidencial. Lo convencieron de que asegurar que un judío o un negro llegue a la Casa Blanca era mala idea. Y “entró en razón” a regañadientes, como hacen los viejos cuando no se salen con las suyas.

Refunfuñando y resabiado, escogió a la gobernadora de Alaska Sarah Palin como candidata vicepresidencial. Militante fervorosa de la derecha cristiana, dicen que ella habla en lenguas en los cultos pentecostales. Y que se echa la teta derecha a un lado para apoyar la culata del rifle en sus prácticas de tiro.

Fue reina de belleza.
Robert Rosen, autor del best seller internacional “Nowhereman, los últimos días de John Lennon”, afirma: “Nadie es reina de belleza sin mostrarle aun sean los senos a por lo menos un fotógrafo”. Bob sabe lo que dice; trabajó largos años en la industria de la pornografía. Y se pregunta: “¿Cuando publiquen las fotos de Sarah Palín desnuda, (eso) ayudará o perjudicará a la boleta republicana?

Dicen que toda la experiencia de Palin en política exterior viene de que viajó al extranjero una vez. Cindy McCain, la esposa del candidato, refuta esa afirmación recordando que Palin es gobernadora de Alaska y esa “es la parte de nuestro continente más cercana a Rusia”.

La convención republicana se reorganizó, no sólo por el huracán Gustav, sino también porque toda la plataforma política de McCain cambió con Palin. Sacaron la inexperiencia de Barack Obama de la agenda porque Palin, increíblemente, tiene menos.

Quizá todo este asunto dejó de tener interés para McCain, desde que le impidieron llevar al compañero de boleta que él quería. Muchos septuagenarios son así de caprichosos.

Un chofer desgraciado

J.C. Malone - 8/13/2008
Gracias a su llamada “guerra contra el terrorismo”, George W. Bush disfrutó siete años de libertad total, irrespetando la Constitución estadounidense y el sistema jurídico internacional. “Garantizando la seguridad” su administración secuestró, torturó y encarceló indefinidamente a quien quiso. Cientos de miles de muertos en Irak y Afganistán, y una cantidad alucinante de billones de dólares después, finalmente celebra un “triunfo importante”.
Tuvimos la primera audiencia en los tribunales militares de Guantánamo, ese agujero negro en el tiempo, el espacio y todos los sistemas legales posibles. El “juicio”, como era de esperarse, fue en extremo curioso. Los jueces recibieron “órdenes” de condenar al prevenido. Las evidencias y los testigos se mantuvieron bajo estricto secreto en este misterioso proceso.
Al final, Salim Ahmed Hamdan, chofer de Osama Bin Laden, fue condenado a cinco años y medio de prisión. Como lleva casi seis años preso, en diciembre podría quedar libre, pero la administración Bush asegura que es un sujeto “extremadamente peligroso” y lo retendrá preso indefinidamente como “combatiente enemigo”.
Hamdan es el chofer más desgraciado del mundo y Bin Laden el villano más afortunado. El chofer de Adolfo Hitler, Erich Kempka, pasó dos años preso, lo liberaron y murió de viejo en su cama. El chofer de Il Duce, Benito Mussolini, Ercole Boratto, escribió un libro sobre la vida sexual de su jefe. El capitán Zacarías de la Cruz murió en su cama muchísimos años después del generalísimo Trujillo.
Condenar al chofer con Bin Laden suelto parece un contrasentido, pero es coherente con la política bushiana. Antes de buscar a Bin Laden en las montañas afgano-paquistaníes, Bush decidió invadir Irak, que no tiene relación alguna con el fundamentalista islamita, ni con terrorismo. Pronto podrían arrestar al perro del vecino de Saddam Hussein: pudo haberle movido la colita al dictador.

Días difíciles de Obama

J.C. Malone - 8/8/2008
En el mercado electoral Barack Obama es mejor producto-candidato que John McCain. El candidato republicano blanco no tiene formas de alcanzar al demócrata descendiente de africano. La campaña de McCain tiene una sola opción; como su candidato no crecerá, deben forzar un decrecimiento de Obama. Por encima del descrédito de los republicanos y la popularidad de los demócratas, Obama le lleva menos de diez puntos a McCain. Una buena campaña de descrédito puede cerrar esa brecha y voltear los asuntos a favor de McCain.
La maquinaria propagandística-des-informadora y calumniadora más efectiva del país es republicana. Ellos tomaron a John Kerry, un veterano de guerra condecorado por su valor y senador con varios años de experiencia, y lo pintaron como un cobarde pusilánime e indeciso. A Bush, que nunca fue ni boy scout, lo pintaron como un héroe y comandante militar capaz de defendernos. Obama carece de experiencia legislativa y militar, también cambia de posición con tanta frecuencia como cualquier político en campaña.
Con la cercanía de las elecciones, los improperios y vituperios contra Obama serán más virulentos; como en los juegos de video, mientras más cerca del final, más complicados y agresivos son los obstáculos.
En menos de 90 días serán las elecciones del 4 de noviembre, los ataques más potentes y demoledores vendrán en octubre. McCain, eclipsado por Obama, desaparecerá voluntariamente del escenario y, desde las sombras, bombardeará.
En un comercial sugieren que Obama carece de sustancia, que es un Paris Hilton o un Britney Spears de la política, y juntan su imagen con las de ellas. Pronto crearán un ambiente de tanta incertidumbre a su alrededor, que hasta él dudará de su propia identidad e intenciones. Y todavía falta hablar de la “seguridad nacional”. Obama inicia la cuenta regresiva hacia unos días bien difíciles.

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